La actriz y conductora de televisión Lolita Cortés ha hablado en distintas entrevistas, de manera abierta y sin reservas, sobre un capítulo poco conocido de su vida personal: la relación sentimental que sostuvo con su hermanastro mayor, Sergio Romo, con quien tuvo dos hijos.
Lolita sorprendió al público con una confesión que, aunque ocurrió hace años, sigue generando conversación por lo inusual de la situación. La actriz no solo confirmó que tuvo una relación amorosa con su hermanastro, sino que compartió cómo surgieron sus sentimientos desde la infancia y cómo fue el proceso que los llevó a convertirse en pareja.
“Me gusta mucho mi hermano. Cuando era muy niña decía: ‘qué guapo está este niño’. Yo tendría 5 años y él 8, yo moría por mi hermano”, recordó Cortés durante la conversación.
Aunque al tratarse de hermanastros no existe un vínculo sanguíneo que impida legalmente una relación sentimental, el tema no deja de causar controversia por la carga emocional y social que implica. Psicólogos y especialistas en vínculos familiares coinciden en que las relaciones entre hermanastros pueden generar confusión, especialmente cuando hay convivencia desde edades tempranas. No obstante, en el caso de Lolita Cortés y Sergio Romo, el reencuentro se dio tras más de una década de distancia.
“Nos dejamos de ver 13 años de la vida. Me lo encuentro en una gira y dije: ‘vamos a divertirnos un rato’, y terminamos siendo pareja. Me regresó a México y dos meses después tocan a la puerta y era él”, compartió la actriz.
En diversos países, las relaciones entre hermanastros no están reguladas por la ley siempre que no exista consanguinidad. Sin embargo, las implicaciones emocionales pueden ser complejas, especialmente si los involucrados crecieron juntos o fueron criados como parte de una misma unidad familiar.
Hasta el momento, Sergio Romo no ha ofrecido declaraciones públicas sobre lo narrado por la actriz. Por su parte, Cortés continúa con sus proyectos en televisión y teatro, y mantiene una postura abierta ante su pasado, demostrando que, incluso en los aspectos más polémicos, prefiere la verdad a la especulación.