Los diputados de Morena encabezaron una serie de dimes y diretes que enardecieron la tribuna legislativa, entre ellos mismos se exigían representar bien su ideología y se acusaban de soborno y corrupción al interior de Morena en el Congreso.
La división y fractura de Morena se da frente al proceso electoral en Tamaulipas, que ha estado según sus propias palabras “amañado al interior de Morena”, el enojo es por los candidatos que desde lo nacional les impusieron y de ahí se vino abajo en Tamaulipas esta corriente política.
Lo que sí queda claro es que Morena estaba en decline y ahora esto rebota en el Congreso donde la mitad de sus integrantes están confrontados y evidentemente, se deja ver que no hay representación social por parte de ellos.
No hay unidad, compañerismo, ni respeto por parte de esta bancada en donde Edna Rivera es acusada de ofrecerles dinero para votar por los temas que le son indicados por sus padrinos.