Autoridades kazajas confirmaron que, hasta el jueves 6 de enero, había decenas de manifestantes muertos y cientos de heridos tras las protestas ocasionadas en los últimos días por el aumento de los precios de combustibles.
Además, se informó que más de una decena de elementos policiacos también fallecieron.
El presidente kazajo, Kasim Jomart Tokayev, reafirmó en un mensaje el pasado 5 de enero que actuará “con la mayor dureza posible” contra los responsables de los disturbios.
La Unión Europea pidió a Rusia que su intervención en la crisis respete la soberanía, después de que el país encabezado por Putin enviara tropas a Kazajistán.