El Presidente de EEUU, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva que busca acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento, una de sus promesas migratorias más radicales.
La medida, con el potencial de afectar a muchos inmigrantes, ha despertado polémica. Incluso ya fue impugnada por dos docenas de estados y ciudades gobernadas por demócratas —incluidas Washington y San Francisco.
Una de dichas órdenes llamó la atención de gran manera, ya que pretende modificar la interpretación actual de la Enmienda 14 de la Constitución de Estados Unidos, que fue ratificada en 1868 y que establece que toda persona nacida en suelo estadounidense obtiene automáticamente la nacionalidad, independientemente del estatus migratorio de sus padres.
De acuerdo con un miembro del equipo de Trump, la medida solo se aplicaría para nacimientos futuros e impediría que el Departamento de Estado emitiera pasaportes a los niños nacidos de padres indocumentados.
La Administración de la Seguridad Social no podría reconocerlos como ciudadanos americanos por lo que esto dificultaría su acceso a derechos básicos y la posibilidad de trabajar legalmente en el país.
La eliminación de la ciudadanía por nacimiento había sido una demanda recurrente de grupos conservadores, incluso Trump había amenazado con quitarla durante su primer mandato. Hasta ahora la Casa Blanca no ha informado cómo se aplicará esta medida.
El decreto, que dice que entrará en vigor para los niños nacidos después de 30 días de la promulgación, se aplica en circunstancias en las que los padres están ilegalmente en el país, o en situaciones en las que la madre se encuentra allí temporalmente, con una visa, por ejemplo, y el padre no es ciudadano.
Expertos legales eran escépticos antes de esta semana de que tal argumento fuera aceptado en los tribunales, argumentando que originalmente la frase estaba dirigida a los hijos de diplomáticos extranjeros que estaban sujetos a las leyes estadounidenses y a situaciones en las que una nación extranjera ha invadido y está ocupando parte del país.
El decreto de Trump es completamente inconstitucional”, dice el abogado Jaime Estades.
“Si uno revisa la historia, ve que cuando se escribió esa enmienda, los que la escribieron no estaban pensando en lo que dice ahora Trump sobre estar ‘sujeto a la jurisdicción’. Jamás habrían escrito esa frase para no dar la ciudadanía; era una epoca de gran inmigracíón y ellos eligieron ese lenguaje para asegurarse de lo contrario: que los hijos de los inmigrantes obtuvieran la ciudadanía”,