Este viernes, los legisladores británicos aprobaron inicialmente un proyecto de ley para permitir que los adultos con enfermedades terminales puedan optar por poner fin a sus vidas en Inglaterra y Gales.
La votación, que terminó 330 a 275, marca un paso importante en el proceso legislativo, aunque el proyecto será sometido a un escrutinio más detallado.
Los diputados expresaron sus opiniones y debatieron los diferentes puntos de vista desde las 9:30 horas hasta casi las 14:30 horas, cuando se conoció el resultado de una votación en la que los partidos dieron a los parlamentarios libertad de sufragio, al considerar que se trata de un asunto de conciencia.
Los afectados tendrán que hacer dos declaraciones separadas, con testigos y firmadas, sobre su deseo de morir, y deberán someterse a la evaluación de dos médicos y obtener una orden judicial.
El texto aprobado dispone que, aunque un médico podría preparar el compuesto letal, debe ser la persona misma quien lo tome y nadie más estaría autorizado a administrarlo.
Durante el transcurso del debate, a las puertas del Parlamento se manifestaron este viernes diversas organizaciones, incluidas de personas con discapacidades, tanto a favor como en contra del proyecto legislativo.