Al menos cuatro supuestos miembros del Estado Islámico (EI) murieron este domingo durante un enfrentamiento de cuatro horas contra los talibanes en Herat, en el oeste de Afganistán, en medio del aumento de la violencia en el país por parte del grupo yihadista.
“Cuatro miembros del EI, que tomaron posición en una casa, fueron asesinados” durante un enfrentamiento entre el EI y las fuerzas de los talibanes que se prolongó hasta cuatro horas, aseguró a Efe un miembro de la Oficina de Inteligencia de la provincia de Herat que pidió el anonimato.
Por su parte, el portavoz de la Policía de Herat, Mahmoud Shah Rasouli, también confirmó el enfrentamiento y agregó que los cuatro hombres abatidos pertenecían a una banda de secuestradores.
Además, “en este enfrentamiento resultaron heridos dos miembros de las fuerzas de seguridad del EI” y se incautaron varias armas y equipo militar en el lugar de los choques, apuntó.
Tras el combate, los talibanes colocaron los cadáveres de los cuatro presuntos miembros del Estados Islámico en la parte trasera de una camioneta y se los llevaron en un convoy.
“Estos son los miembros de EI de la provincia de Herat que fueron asesinados”, aseguró un combatiente talibán que formaba parte del convoy en un video compartido por la Policía local.
Los talibanes anunciaron el pasado jueves el arresto de al menos a 250 presuntos combatientes del EI en el último mes, como parte de una operación que pretende poner fin a las actividades terroristas del grupo yihadista en Afganistán, en aumento desde la toma de poder de los islamistas el pasado 15 de agosto.
Desde entonces, el EI ha reivindicado ataques en al menos 9 de las 34 provincias afganas entre las que se cuentan las orientales Kunar, Nangarhar y Laghman, así como Kabul; las norteñas Parwan y Kunduz; las sureñas Kandahar y Khost; y ahora, la occidental Herat.
El mayor atentado del grupo yihadista en los últimos meses, con unos 170 muertos, tuvo lugar el pasado 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, cuando miles de afganos trataban desesperados de huir del país en alguno de los vuelos de repatriación.
Además un ataque suicida del EI contra una mezquita chií dejó al menos 80 muertos y unos cien heridos en Kunduz el pasado 8 de octubre, y otro atentado similar el pasado viernes en la meridional Kandahar dejó otros 60 muertos.
Analistas y expertos han señalado que el grupo yihadista se ha convertido en la mayor amenaza a la seguridad del Gobierno talibán en Afganistán, donde está detrás de ataques casi diarios contra los fundamentalistas.