China dijo este pasado miércoles que se ha encontrado una de las dos cajas negras del avión de China Eastern siniestrado hace tres días durante un vuelo con 132 personas a bordo, pero sufre graves daños.
El dispositivo, que a pesar de su nombre es de color naranja brillante, está tan dañado que por el momento los investigadores no han podido determinar si se trata del que registra los datos del vuelo o las voces de cabina, señaló Mao Yanfeng, director del departamento de investigación de accidentes de la Autoridad de Aviación de China.
Todos los esfuerzos se centran ahora en hallar la otra grabadora, añadió durante una conferencia de prensa.
La recuperación de las llamadas cajas negras se considera un paso clave para determinar qué provocó el accidente. No estuvo claro de inmediato si los daños en el dispositivo encontrado limitarían su utilidad.
La búsqueda de pistas que permitan explicar el motivo por el que el avión comercial chino se precipitó repentinamente y se estrelló contra una montaña en el sur de China se había suspendido antes el miércoles luego de que la lluvia encharcó la zona donde quedaron esparcidos los escombros.
Los investigadores empleaban herramientas manuales, drones y perros rastreadores bajo la lluvia para peinar las frondosas laderas en busca de las grabadoras de datos y voces, además de posibles restos humanos. Los equipos trabajaban también para achicar el agua de la fosa creada en la tierra roja cuando el avión golpeó el piso, pero las labores se suspendieron a media mañana por la posibilidad de pequeños deslaves en las empinadas y resbaladizas laderas.
La caja negra se encontró por la tarde. El dispositivo de grabación de datos captura la información sobre la velocidad, la altitud y la dirección del avión, además de las acciones del piloto y el funcionamiento de todos los sistemas claves del aparato. La otra registra los sonidos, incluyendo las conversaciones, y el ruido de fondo de los motores durante el vuelo.
Los familiares de los pasajeros comenzaron a llegar el miércoles a Lu, una localidad justo a las afueras del lugar del accidente, donde, junto a los reporteros desplazados a la zona, fueron detenidos por la policía y las autoridades, que abrieron paraguas para impedirles ver más allá.
Se escuchó como una de las mujeres decía que su esposo, el padre de sus dos hijos, iba a bordo del vuelo.
“Solo voy a entrar a echar un vistazo. ¿Estoy infringiendo la ley?”, dijo. La mujer y un acompañante fueron escoltadas lejos de allí y se pidió a los reporteros que dejasen de grabar.
Otro hombre, que se identificó solo por su apellido, Ding, contó que su cuñada era una de las pasajeras y que esperaba poder visitar la zona del accidente, pero las autoridades no le habían dicho nada.
El vuelo 5735 de China Eastern llevaba 123 pasajeros y nueve tripulantes a bordo cuando partió de Kunming, en la provincia de Yunnan, con rumbo a Guangzhou, un centro industrial de la costa suroriental china. Se estrelló el lunes por la tarde a las afueras de la ciudad de Wuzhou, en la región de Guangxi. Se cree que las 132 personas han fallecido.
Los investigadores dicen que es demasiado pronto para especular sobre la causa del accidente. El avión comenzó un vertiginoso e inexplicable descenso una hora después de haber despegado y dejó de transmitir datos 96 segundos después de comenzar su caída.