Pfizer pidió a los organismos reguladores de Estados Unidos que autoricen las dosis de refuerzo de su vacuna contra el COVID-19 para cualquier persona de 18 años o más, un paso que llega en medio de la preocupación por la posibilidad de que aumente la propagación del coronavirus con los viajes y las reuniones navideñas.
Los estadounidenses mayores y otros grupos especialmente vulnerables al virus han tenido acceso a una tercera dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech desde septiembre, pero la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) ha dicho que actuará rápidamente para ampliar las dosis de refuerzo a edades más tempranas si se justifica.
Pfizer presentó los primeros resultados de un estudio de refuerzo en 10 mil personas para argumentar que es el momento de ampliar la campaña de refuerzo.
Aunque las tres vacunas utilizadas en Estados Unidos siguen ofreciendo una fuerte protección contra cuadros graves y la muerte por COVID-19, la eficacia de las vacunas contra las infecciones más leves puede disminuir con el tiempo.
El nuevo estudio de Pfizer concluyó que un refuerzo podría restaurar la protección contra la infección sintomática a casi el 96%, aun cuando la variante delta estaba propagándose. Los efectos secundarios fueron similares a los observados con las dos primeras inyecciones de la vacuna.
Una media de 11 meses después de la última vacunación de Pfizer, los participantes en el ensayo recibieron una tercera dosis o un placebo. Los investigadores hicieron un seguimiento de las infecciones que se produjeron al menos una semana después, y hasta ahora han contado cinco casos de COVID-19 sintomático entre los receptores de la vacuna de refuerzo, comparados con 109 casos entre las personas que recibieron el placebo.
El gobierno de Biden había previsto originalmente refuerzos para todos los adultos, pero se enfrentó a un duro revés en septiembre cuando los asesores científicos de la FDA rechazaron las dosis adicionales de Pfizer para todos. El grupo no estaba convencido de que los jóvenes sanos necesitaran otra dosis, especialmente cuando la mayor parte de la población mundial sigue sin vacunarse.