Los ucranianos se muestran escépticos ante la próxima reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder ruso Vladímir Putin, que tendrá lugar el viernes en Alaska (EE.UU.), y expresan pocas esperanzas de que la cita dé lugar a una postura más firme de Estados Unidos frente a Rusia o de que contribuya a poner fin a la guerra.
“Me gustaría ver por fin a Trump actuar con dureza hacia Putin y mostrar claramente que está del lado de Ucrania, proporcionando fuertes garantías de seguridad”, dijo Olia Krivitska, una traductora de 36 años que recientemente regresó a la ciudad occidental de Leópolis desde Mykolaiv, donde ayudó a reconstruir casas destruidas y fue testigo de la devastación causada por los bombardeos rusos.
“Putin entiende el lenguaje de la fuerza, y si Trump hace alguna concesión, solo dará luz verde al líder ruso para seguir conquistando nuestras tierras”, subrayó Krivitska.
Sin embargo, admitió estar “asustada por la ambigüedad de Trump” y por la posibilidad de que haga “gestos amistosos” a Putin.
“Es una mala estrategia. Hay que tratar con dureza a los criminales de guerra. De lo contrario, se legitima a cualquiera que invada un territorio extranjero solo porque tiene poder y armas, sabiendo que se seguirá tratando con él como si nada hubiera pasado”, subrayó.
“A juzgar por los últimos acontecimientos, no espero ningún avance. Hay mucha decepción acumulada con el presidente de Estados Unidos y su falta de acción”, dijo Tetiana Shchekina, una economista de 50 años de Kiev, en la plaza central de Leópolis.
Shchekina acababa de asistir a una ceremonia de despedida en la plaza, donde funcionarios municipales, entre ellos el alcalde Andrí Sadoví, se unieron a residentes y turistas para rendir homenaje a los soldados caídos.
“Es muy doloroso”, dijo mientras luchaba por contener las lágrimas.
“Espero que los socios europeos influyan en Estados Unidos para que nos ayuden más a detener a Rusia en el campo de batalla. ¿Qué tipo de alto el fuego podemos tener si Rusia quiere seguir matándonos?”, añadió.
Un soldado de unos veinte años, apoyado en una muleta, compartió un sentimiento similar antes de marcharse: “La reunión no cambiará nada, todo seguirá como hasta ahora”.
Esta sensación de desilusión está muy extendida en Ucrania, donde las esperanzas de un apoyo decidido de Estados Unidos se han visto frustradas por el hecho de que Trump no haya condenado de forma inequívoca la invasión de Putin y no haya aumentado la presión sobre Moscú.
Shchekina acababa de asistir a una ceremonia de despedida en la plaza, donde funcionarios municipales, entre ellos el alcalde Andrí Sadoví, se unieron a residentes y turistas para rendir homenaje a los soldados caídos.
“Es muy doloroso”, dijo mientras luchaba por contener las lágrimas.
“Espero que los socios europeos influyan en Estados Unidos para que nos ayuden más a detener a Rusia en el campo de batalla. ¿Qué tipo de alto el fuego podemos tener si Rusia quiere seguir matándonos?”, añadió.
Un soldado de unos veinte años, apoyado en una muleta, compartió un sentimiento similar antes de marcharse: “La reunión no cambiará nada, todo seguirá como hasta ahora”.
Esta sensación de desilusión está muy extendida en Ucrania, donde las esperanzas de un apoyo decidido de Estados Unidos se han visto frustradas por el hecho de que Trump no haya condenado de forma inequívoca la invasión de Putin y no haya aumentado la presión sobre Moscú.