La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su firme rechazo a la destrucción de libros en la UNAM durante una protesta contra la gentrificación en la Ciudad de México. En su conferencia matutina, destacó que la quema de libros es una práctica históricamente asociada con el fascismo y enfatizó que tales actos no pueden justificarse bajo ninguna circunstancia.
«Es inaceptable que en una institución educativa se quemen libros», afirmó Sheinbaum. «Esto refleja una actitud que solo puede calificarse como fascista». La presidenta reconoció que existen demandas legítimas detrás de las protestas, pero subrayó que la violencia y la destrucción no son caminos aceptables para expresar descontento.
La UNAM ha anunciado que presentará denuncias legales por los daños ocasionados durante el incidente. La Presidenta reiteró el compromiso de su gobierno con la protección del patrimonio cultural y educativo del país.
Entre encapsulamientos de numerosos miembros de la Policía capitalinos y negocios completamente tapiados, decenas de personas salieron a las calles del sur de la Ciudad de México para visibilizar que los efectos de la gentrificación están despojando a los ciudadanos de la posibilidad de comprar una vivienda de aunque sea “60 metros cuadrados”.
La manifestación derivó en algunos incidentes violentos provocados por personas encapuchadas, quienes realizaron pintas y rompieron las vidrieras del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM, además de que saquearon la librería Julio Torri.
La UNAM condenó en un comunicado los actos de destrucción y saqueo ocurridos este domingo en el Centro Cultural Universitario durante la marcha contra la gentrificación.
A través de un comunicado, la universidad reiteró que es un espacio de “libertad, pluralidad y defensa de los derechos de expresión y manifestación pacífica”.
“Nunca compartirá la violencia, la agresión y la intolerancia como vías de expresión”, se lee en el comunicado.