La vigilancia en sectores específicos terminó con el descubrimiento de casas de seguridad y la detención de un total de 40 indocumentados en áreas de la ciudad fronteriza.
La Patrulla Fronteriza coordinó unidades en varios puntos de la ciudad mediante un operativo de vigilancia y se logró la captura.
Para Estados Unidos los escondites de indocumentados a cargo de organizaciones criminales son una amenaza para la seguridad nacional y ciudadanos.
Los ilegales eran de Centroamérica y de nacionalidad mexicana, todos fueron procesados por la autoridad para su repatriación.