Un niño de 8 años falleció este martes en la ciudad estadounidense de Lehi (Utah) después de haberse disparado accidentalmente en la cabeza con el arma que su madre tenía guardada debajo del asiento del coche.
El Departamento de Policía de la ciudad anunció que el niño falleció esta mañana en el hospital, un día después del incidente que sucedió en el párking de una gasolinera.
Según un comunicado de la Policía de Lehi, el lunes a las 19.39 (01.39 GMT) los agentes respondieron a una llamada de emergencia por un menor herido de bala en la cabeza.
Al parecer, el niño estaba solo en el coche, mientras su madre estaba dentro de la gasolinera. Según contó un testigo de lo sucedido al canal de televisión KSL TV, la mujer empezó a gritar: “Se disparó, se disparó, se disparó. (…) Encontró el arma debajo de mi asiento y apretó el gatillo. Fue un accidente total”.
El disparo fue “involuntario y autoinfligido”, ha asegurado la Policía. El niño fue trasladado en helicóptero al Hospital Infantil Primario de Salt Lake, donde falleció horas después.