El termómetro se dispara hasta los 52 grados centígrados en Irak, donde se han registrado cortes de energía en varias provincias en medio de la agobiante ola de calor.
Por lo general los veranos en Irak siempre son calurosos pero esta vez el mercurio se disparó a 52 grados a la sombra.
Hizo tanto calor que una mujer colocó a su bebé en el refrigerador durante unos minutos.
Eso fue cuando la mujer, que vive en la ciudad de Al Hilla, al sur de Bagdad, aún tenía corriente, ya que el país se quedó a oscuras. Y sin electricidad de nada sirven los refrigeradores, aparatos de aire acondicionado ni ventiladores.
Esto ha llevado a la gobernación a decretar cuatro días festivos esta semana para evitar que los habitantes salgan y los tubos de escape de los coches hagan subir aún más la temperatura.