Erik Menéndez, uno de los hermanos condenados por el asesinato de sus padres en 1989, ha sido hospitalizado debido a cálculos renales graves. A sus 54 años, Menéndez se encuentra recibiendo tratamiento en un hospital de California, según informó el diario Los Angeles Times.
Su abogado, Mark Geragos, había solicitado previamente la liberación inmediata de su cliente debido a una «condición grave», aunque no especificó el diagnóstico.
Los hermanos Menéndez, Erik y Lyle, fueron hallados culpables del asesinato de sus padres, Kitty y José Menéndez, ocurrido el 20 de agosto de 1989 en su casa de Beverly Hills.
Inicialmente, afirmaron haber encontrado los cuerpos sin vida de sus padres tras pasar la tarde fuera de casa, pero levantaron sospechas al comenzar a gastar grandes cantidades de dinero de la herencia.
A pesar de su hospitalización, los hermanos Menéndez tienen programada una audiencia entre el 21 y 22 de agosto de 2025 para optar a la libertad condicional. Un juez de Estados Unidos redujo su condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional a una pena de 50 años a cadena perpetua con opción a quedar libres.
En esta audiencia, una junta realizará una recomendación que posteriormente será enviada al gobernador de California para su decisión final