Netflix continúa sin estar disponible en algunos países como China, principalmente por la enorme cantidad de restricciones que tienen en cuanto al contenido que está permitido ver. Sin embargo, algunas de sus películas y series sí llegan a la población, ya sea mediante la compra de licencias por parte de medios locales o, en gran parte, por la piratería. Otro gran ejemplo de esto es Corea del Norte. Sus medidas son tan extremas que han condenado a muerte por fusilamiento a un hombre que introdujo copias ilegales de ‘El juego del calamar’ después de que las autoridades pillaran a unos alumnos de instituto viéndola.
Según la agencia Radio Free Asia (RFA), la serie se pasaba de unos a otros a través de memorias USB que llegaban de China. Por otro lado, el distribuidor no ha sido el único que ha recibido un castigo. El estudiante que compró el ‘pen drive’ ha sido condenado de por vida y los seis que vieron los capítulos deberán realizar trabajos forzados durante cinco años. Además, los profesores y trabajadores del instituto han sido despedidos y podrían ser desterrados a unas minas alejadas de la sociedad. RFA cuenta que existe una gran preocupación en ese centro educativo por la probabilidad de que la investigación termine implicando a más personas.
En ‘El juego del calamar’, observamos un poco del enfrentamiento de Corea del Sur con el régimen de sus vecinos del norte, aunque fuera de pasada. Esto se reflejaba en la jugadora 067, Kang Sae-byeok (Jung Hoyeon). Ella había escapado de la dictadura de Kim Jong-un junto a su hermano pequeño, pero sus padres no tuvieron tanta suerte. De hecho, lucha a vida o muerte contra los demás en los juegos infantiles por el dinero del premio, con el que pretende comprar una casa y traer a su madre a un lugar seguro.
La represión contra la cultura en Corea del Norte cada vez va a más. En diciembre del año pasado, el gobierno aprobó la ley de ‘Eliminación del pensamiento y la cultura reaccionarios’. Esto prohíbe la entrada de cualquier película, serie, obra de teatro, libro o canción en su territorio, especialmente si ha sido producido por Estados Unidos o Corea del Sur. En cuanto a ‘El juego del calamar’, medios propagandísticos afines al régimen han descrito la trama como
“la triste realidad bestial de la sociedad surcoreana”.
En 2015, el grupo de punk-rock ruso Pussy Riot se comprometió a enviar copias de la película ‘The Interview’ al país, a través de globos de hidrógeno. Esta película provocó la ira del dictador, ya que su trama contaba la historia de cómo dos periodistas (James Franco y Seth Rogen) intentarían asesinarlo en mitad de una entrevista. La tensión fue tan grande que Rogen, quien además también dirigía el film, habló sobre el amargo sabor de boca que le dejó esa experiencia: “Es terrible ser culpado por casi empezar una guerra. No es divertido. Pensábamos que estábamos haciendo una comedia tonta y entonces el presidente estaba hablando de ello”.