Las inundaciones en Alemania, Bélgica y otros países de Europa del oeste han dejado 183 víctimas mortales y autoridades reportan más de 1.300 desaparecidos.
La canciller alemana, Angela Merkel, visitó este pasado domingo a unas de las zonas más afectadas y prometió “ayuda urgente”.
Los esfuerzos de rescate continúan y autoridades locales han declarado un estado de emergencia.
A medida que las aguas retroceden y los rescatistas cavan entre las ruinas, hallan más cuerpos de víctimas de las históricas inundaciones.
Las unidades de emergencia trabajan para restablecer los servicios básicos, ya que muchas zonas siguen sin electricidad ni agua potable.