El cohete chino que estaba fuera de control cayó finalmente alrededor de las islas Maldivas, sobre el océano Índico, al suroeste de la India y Sri Lanka.
Se informó que no hubo muertes, pero India expresó su preocupación: los escombros cayeron preocupantemente cerca de sus ciudades sureñas.
El máximo responsable de la NASA, Bill Nelson, hizo público un comunicado en el que critica duramente la gestión que hace China de estos cohetes: “Está claro que China no está cumpliendo con los estándares responsables con respecto a su basura espacial”. Y añade: “Es fundamental que China y todas las naciones y entidades comerciales con viajes espaciales actúen de manera responsable y transparente en el espacio para garantizar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio exterior”.