Donald Trump firmó una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su primer día de mandato, aseguró que esto es debido a una “mala gestión” de la organización durante la pandemia de Covid-19, un supuesto fracaso para implementar reformas urgentes y falta de independencia frente a la influencia política, además de pagos “injustamente onerosos” exigidos a Estados Unidos.
“Estábamos pagando 500 millones de dólares (482,996 millones de euros) a la OMS. Tenían muchas ganas de que nos quedáramos, así que veremos qué pasa”, dijo Trump. “Es bastante triste: China paga 39 millones y nosotros 500, y China es un país más grande”.
La decisión podría afectar programas críticos de la OMS, como los relacionados con la tuberculosis, el VIH y emergencias sanitarias, poniendo en riesgo tanto la salud global, pero también podría afectarles como nación pues Estados Unidos perdería un acceso privilegiado a datos muy importantes de vigilancia epidemiológica.
Los expertos también han advertido que retirarse de la organización podría debilitar las defensas del mundo contra nuevos brotes peligrosos capaces de desencadenar pandemias.
Lawrence Gostin, profesor de Derecho de Salud Pública en la Universidad de Georgetown, dijo en X que la retirada de Trump de la OMS es “la más trascendental de todas las órdenes ejecutivas firmadas por el nuevo presidente”.
Ahora “En lugar de ser los primeros en recibir vacunas, estaremos en la cola. El retiro de la OMS inflige una herida profunda en la seguridad de Estados Unidos y en nuestra ventaja competitiva en materia de innovación”.
El doctor Ashish Jha, experto en salud pública y coordinador de respuesta al Covid-19 en la Casa Blanca durante la administración de Joe Biden, calificó como un “error estratégico” la decisión de Trump.
“La OMS es una organización esencial, y con la retirada de Estados Unidos, se crea un vacío político que sólo un país puede llenar: China”, advirtió que, ante la falta de financiación y liderazgo de Estados Unidos, China podría intervenir para apoyar a la organización, lo que le daría “mayor influencia política a nivel mundial”.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic declaró: “Esperamos que Estados Unidos reconsidere su posición (…) Esperamos entablar un diálogo constructivo para mantener la alianza entre Estados Unidos y la OMS en beneficio de la salud y el bienestar de millones de personas en el mundo”.
Además la Organización ha emitido un comunicado lamentando el anuncio y explicando su razón de ser:
“La OMS desempeña una función crucial en la protección de la salud y la seguridad de la población mundial, incluidos los estadounidenses, abordando las causas profundas de las enfermedades, construyendo sistemas de salud más sólidos y detectando y previniendo las emergencias de salud…”