Este martes, el Estado de California solicitó a un tribunal federal que emita una orden de emergencia para bloquear el despliegue en Los Ángeles de soldados de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina de Estados Unidos ordenado por la Administración del presidente Donald Trump, debido a las protestas contra las redadas migratorias.
El gobernador de California, Gavin Newsom, informó que presentó una solicitud de emergencia ante el Tribunal del Distrito Norte de California, junto al fiscal general estatal Rob Bonta, solicitando una orden que impida al Pentágono ampliar la misión actual del personal federalizado de la Guardia Nacional de California y la Infantería de Marina.
El sábado pasado, Trump ordenó, sin contar con la autorización del gobernador, el despliegue de 2 mil soldados de la Guardia Nacional de California, lo que supone la primera vez en 60 años que el Ejecutivo estadounidense desconoce la autoridad estatal sobre las fuerzas.
Newsom y Bonta demandaron a la Casa Blanca para detener el despliegue, argumentando que la Administración «abusaba de la autoridad del Gobierno federal y violaba la Décima Enmienda» de la Constitución.
Pero Trump y el Pentágono respondieron este lunes con el envío de 7 cientos de infantes de Marina y 2 mil soldados más de la Guardia Nacional de California.
Hoy en un comunicado, Newsom dijo que «Enviar combatientes entrenados a las calles no tiene precedentes y amenaza la esencia misma de nuestra democracia».
El demócrata ahondó que «Trump se está comportando como un tirano, no como un presidente. Solicitamos a la corte que bloquee de inmediato estas acciones ilegales».
La petición de emergencia solicita a la corte que emita este mismo martes la orden de bloqueo, día en el que se espera el despliegue de más soldados en Los Ángeles, tras varios días de manifestaciones focalizadas, que han derivado en actos de vandalismo controlados por la policía de la ciudad.
La petición judicial advierte que sin una medida «rápida», el despliegue de las tropas intensifica las tensiones y promueve (en lugar de sofocar) el malestar social», declaró Bonta ante el juez Charles Breyer en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en San Francisco.
Las manifestaciones en Los Ángeles comenzaron el viernes después de que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) realizara una serie de operativos contra trabajadores y se han prolongado por cuatro días.
Newsom dijo que, aunque se reportaron algunos incidentes violentos e ilegales, que llevaron a arrestos «justificados» por parte de las autoridades estatales y locales, «estas protestas fueron en gran medida pacíficas» e involucraron a ciudadanos que ejercieron su derecho a protestar, amparado por la Primera Enmienda.
El gobernador, al igual que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha subrayado que la policía ha logrado controlar la situación, como en otros casos recientes de disturbios.
El despliegue total de los casi 5 mil soldados tendrá un costo de 134 millones de dólares que cubrirán transporte, alimentación, alojamiento y otros gastos hasta un máximo de 60 días, según cifras compartidas por el Pentágono.