Según informaron las autoridades, los incidentes que derivaron en una oleada de saqueos masivos y vandalismo, se concentran en la oriental provincia de KwaZulu-Natal, de donde es originario Zuma y su mayor bastión de apoyo político, y en la populosa Gauteng, donde se encuentran las ciudades de Pretoria y Johannesburgo, la capital económica del país.
“Ningún descontento o circunstancias personales de nuestro pueblo dan el derecho a nadie a saquear, vandalizar y hacer lo que quieran e incumplir la ley”, afirmó el ministro de Seguridad, Bheki Cele, en una rueda de prensa en la que informó el arresto de 757 personas en todo el país, reprodujo la agencia de noticias AFP.
Cele, quien es objeto de duras críticas por la incapacidad de las fuerzas de seguridad de prever y manejar la ola de vandalismo, advirtió que los afectados por los incidentes no deben tomar ahora la justicia por su mano.
El presidente Cyril Ramaphosa anunció el envío de tropas para auxiliar a una policía desbordada por los disturbios y para “restaurar el orden”.