El gigante cárnico JBS ha sufrido un ataque a sus sistemas informáticos y redes de comunicación que ha obligado al cierre de sus operaciones en Australia, a través de su filial JBS Foods, así como en EE.UU. y Canadá.
El ataque ha sido confirmado por el director ejecutivo de la compañía en Australia, Brent Eastwood, y ha sido ratificado por Matt Journeaux, quien ha asegurado que miles de trabajadores se han quedado sin su jornada laboral e ingresos debido al ataque recibido.
La compañía tiene 47 instalaciones en Australia, operando la red más grande de instalaciones de sacrificio y cebaderos del país.
El ministro federal de Agricultura, David Littleproud, confirmó que el gobierno estaba al tanto del ataque y estaba trabajando para que JBS volviera a estar en línea a nivel nacional.